jueves, 23 de febrero de 2012

El bosco que tenía debajo otro bosco


La Fundación Bosch Research and Conservation Project confirma la existencia de un retrato oculto en 'Las meditaciones de San Juan Bautista', conservada en el Lázaro Galdiano
MARTA CABALLERO
La Gioconda del Prado ha vuelto a poner de manifiesto la importancia de las nuevas tecnologías para el análisis, estudio y restauración de las obras de arte. Fueron los infrarrojos los que revelaron a los especialistas del museo madrileño la existencia de un paisaje oculto tras el repinte negro que rodeaba a la figura de esta copia que un discípulo de Leonardo realizó a la vez que el maestro. Pero no es Da Vinci el único pintor sometido a examen. Uno de los proyectos de investigación más ambiciosos en este campo es el que la Fundación Bosch Research and Conservation Project está realizando sobre la obra de El Bosco con dos millones de euros de presupuesto.

A la Fundación Lázaro Galdiano de Madrid se ha desplazado hoy un equipo técnico del proyecto que ha sometido a estudio la obra Las meditaciones de San Juan Bautista, una de las piezas más importantes de esta institución, y que está siendo analizada con macrofotografía con luz visible e infrarroja y estereomicroscopia. Según ha declarado a elcultural.es el doctor Matthijs Ilsink, coordinador de este estudio que contemplará unas 50 obras del maestro, el trabajo se centra en la comparación de tablas del artista para su correcta clasificación en los distintos estilos que manejó y en la fecha en la que fueron pintadas.

Aunque el equipo cree que es pronto para arrojar conclusiones, en su gira por distintas ciudades europeas se han topado con hallazgos como una huella dactilar en una de sus obras en el museo de Rótterdam, que están estudiando ahora. Si bien no hay aún seguridad para afirmar a quién perteneció, Matthijs IIsink sí sostiene que la persona que tocó el cuadro tuvo que hacerlo cuando aún estaba húmedo, de forma que "podría haber sido el propio pintor o alguien próximo a su entorno. Ahora lo que estamos haciendo es fijarnos en si la huella aparece en otros cuadros", explica.

Pero entre los hallazgos, los más importantes son los que se refieren a dibujos ocultos tras la pintura, como ha sucedido en el de Madrid, cuya existencia se conocía pero que ahora se ha podido corroborar. Se trata de un retrato oculto de un hombre, probablemente de la persona que lo encargó, escondido tras la fruta que preside la composición: "La técnica nos está permitiendo ver un segundo o tercer bosco debajo de las pinturas", señala el doctor, que añade que el pintor "corregía muchísimo" durante la producción de un cuadro, algo que se ve muy claro en el tríptico de La Tentación de San Antonio, que se conserva en Lisboa. Volviendo al cuadro madrileño, los infrarrojos han permitido ver al detalle la cabeza y el dibujo que realizó el artista antes de pintar y que luego hizo desaparecer probablemente porque, abunda el especialista, no le convenció a él mismo o a la persona que lo encargó.

Aunque de la vida de El Bosco hay mucha información archivística, de su obra hay todavía muchos misterios por resolver. "Aún estamos en una fase inicial, ni siquiera a mitad de camino, y el estudio de las obras en cada museo es sólo el comienzo, luego habrá que unir las conclusiones, analizar...", insiste el experto, que confirma que los resultados se publicarán en 2016, durante el 500 aniversario de la muerte del pintor, con una exposición internacional en el Noordbrabants Museum, en Holanda.

http://www.elcultural.es/noticias/ARTE/2823/El_Bosco_que_tenia_debajo_otro_bosco

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