domingo, 29 de enero de 2012

El hallazgo de una necrópolis reescribe el medievo riojano


El antropólogo forense Julio Martínez Flórez calibra las medidas de un cráneo. :: ALFREDO IGLESIAS


La investigación del antropólogo Julio Martínez centra su hipótesis en las intervenciones médicas que allí se practicaban.
Restos localizados en Navarrete en 2006 prueban la existencia de un hospital

Son muchas las páginas en blanco que forman el libro de la historia del hombre y para intentar escribirlas echamos mano, en la medida de lo posible, de nuestros antepasados. Así lo ha hecho Julio Martínez Flórez, licenciado en medicina, doctor en antropología médica, diplomado en estudios avanzados en Historia Antigua, con un master de antropología forense y colaborador, desde 1979 como antropólogo forense en el Museo de La Rioja. Esta extensa trayectoria profesional avala las conclusiones a las que ha llegado tras estudiar los restos encontrados hace seis años en el cementerio medieval del municipio de Navarrete.
«En una necrópolis normal el número de patologías importantes que se encuentran está alrededor del 10%. En este caso, de los huesos que nos han llegado, ese porcentaje aumenta hasta llegar al 70% u 80%», explica el antropólogo. Este dato le confirmó que en Navarrete tuvo lugar una casa de acogida a peregrinos y transeúntes enfermos. En la Edad Media, la institución responsable de dar cobijo a estas personas sin recursos económicos era la iglesia. Guiados por un concepto de caridad cristiana, allí brindaban un servicio de hospitalidad, que se limitaba a ofrecer un lugar donde poder pernoctar y alimentarse.
Hasta aquí, nada que no estuviese escrito en los libros de la historia medieval riojana. Sin embargo, este antropólogo forense, una vez analizados los huesos, localizó un tratamiento especializado en ellos, roturas de fémures curadas o deformaciones óseas manipuladas. En concreto, ha encontrado cuatro tipos de patologías: congénitas como la artrosis, degenerativas, carenciales, provocadas por las hambrunas propias de la época medieval y traumatológicas. «Los huesos desvelan que aquellas personas sufrieron una intervención médica sobre traumatismos graves y que muchos de ellos sobrevivieron a lesiones con infecciones concurrentes», analiza el antropólogo.
Una de las tibias evidencia el tratamiento por la enfermedad de la osteomielitis, es decir, una inflamación simultánea del hueso y de la médula ósea, que surge cuando los tejidos quedan expuestos a causa de una fractura. En la actualidad, esta infección se considera de alto riesgo. «Una osteomielitis severa puede significar cuatro semanas de antibióticos con secuelas como la sordera, a causa de la medicación», explica el antropólogo.
Estas rigurosas intervenciones en los huesos encontrados aportan datos reveladores para la historia medieval. Y es que no se había hallado una acumulación tan importante de restos con patologías que cuentan cómo entre los siglos XII y XIV, Navarrete acogió un servicio de 'hospital' con una concepción más moderna que la de mero alojamiento, con médicos profesionales que trataban estas dolencias en personas pobres. Porque a los ricos, no hay que olvidarlo, el médico los visitaba en sus domicilios.

LOS DATOS

Los huesos. Aunque se hallaron gran cantidad de restos dentro de la necrópolis, solo se extrajeron entre 10 o 12. Éstos se encuentran en un buen estado de conservación.
Fecha de los restos. Aproximadamente, se podrían datar entre los siglos XII y XV.
Comienzo de la excavación. Los trabajos detrás de la iglesia de La Asunción comenzaron el verano de 2006.

http://www.elcorreo.com/alava/v/20120130/rioja/hallazgo-necropolis-reescribe-medievo-20120130.html

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